Murcia, 10 de marzo de 2015.- El día 12 de Marzo se celebra el Día Mundial del Glaucoma, segunda causa de ceguera irreversible en los países desarrollados, motivo por el que el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia, en su interés por colaborar en el cuidado de la salud visual de la población, desea informar sobre uno de los factores de riesgo más importantes de esta enfermedad, la presión intraocular alta.
Aunque el glaucoma es una patología que debe ser diagnosticada y tratada por médicos especialistas, la mayoría de los ópticos-optometristas realizan pruebas de tonometría de forma generalizada en sus exámenes visuales rutinarios, puesto que valores elevados de la presión intraocular suponen mayor riesgo, pero no siempre definitivo para su desarrollo.
“Es conveniente aclarar que existen diferentes tipos de glaucoma y que son varios los factores de riesgo de esta enfermedad, por lo que es necesario acudir al médico especialista para descartarla por completo, sobre todo cuando existen antecedentes familiares de glaucoma”, según Dª Ana Belén Almaida Planes, Presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia.
Se estima que el glaucoma afecta alrededor de 1 millón de personas en España. Aproximadamente la mitad desconoce que pueda estar afectada, esto es porque en la mayoría de ocasiones, el glaucoma no produce síntomas hasta que la patología está muy avanzada y el nervio óptico muy afectado, provocando una pérdida de visión irreparable. De ahí la importancia de la realización de revisiones periódicas que podrán permitir un diagnóstico precoz y tratamiento en sus estadios iniciales por parte de médicos especialistas, que podría evitar un 95% de los casos de ceguera.
La edad, factor de riesgo
Aunque el glaucoma puede aparecer a cualquier edad, lo cierto es que el riesgo aumenta a partir de los 60 años con una incidencia del 2,1%, cifra que asciende al 2,3% en personas de 60 a 69 años y, una vez pasados los 70, alcanza el 3,5%.
Pero además, existen otros factores de riesgo que favorecen el desarrollo de la enfermedad en uno o en ambos ojos; como la diabetes, la presión intraocular alta, antecedentes familiares de glaucoma, miopía elevada (mayor de 5 dioptrías), hipertensión arterial o estar medicado con corticoides.