Revisa tu salud visual antes de emprender un viaje en carretera

1 de agosto 2022

  • Un ejemplo de la importancia que juega la visión en la conducción es que en los reconocimientos médicos para obtener el permiso de conducir la primera exploración que se realiza se centra en la agudeza visual

Antes de emprender un viaje en carretera o realizar la próxima escapada que hayamos preparado para los días festivos, como el 15 de agosto, este mes ponemos sobre la mesa el importante papel que juega la salud visual en la conducción.

En este sentido, son tres los conceptos que debes conocer y que pueden afectar a la circulación: el campo visual, que representa el espacio total que abarca el ojo al mirar un punto central, percibiendo una escena con amplitud; la agudeza visual, que consiste en la capacidad para identificar objetos y distinguir detalles a una distancia y condiciones determinadas; y la sensibilidad al contraste, la cual nos permite distinguir un objeto del fondo en el que se encuentra.

El cansancio, las condiciones de la carretera y algunas patologías oculares, entre otros factores, pueden afectar a estas capacidades, poniendo en riesgo nuestra seguridad en la carretera. A continuación, repasamos las claves que te harán comprender la relevancia de gozar de una buena salud visual antes de comenzar un viaje.

La agudez visual, la primera exploración en los reconocimientos médicos

Prueba de la importancia que juega la salud visual en la conducción es que en los reconocimientos médicos para obtener o renovar el permiso de conducir la primera exploración que se realiza es aquella relacionada con la agudeza visual.

Las escalas generales para medir esta capacidad se suelen numerar en fracciones o en valores decimales, siendo 1,0 el valor estándar. Para conducir, la agudeza visual binocular debe ser de al menos 0,5.

Si el conductor tiene una visión superior al 0,5 con gafas o lentes de contacto, aunque no esté obligado, resulta imprescindible que las utilice. Este factor es importante porque la visión se vuelve más borrosa conforme la agudeza visual empeora.

Reducir los riesgos asociados al campo visual

Algunas patologías oculares pueden alterar nuestro campo visual, que engloba todos los objetos que el ojo puede ver, tanto la visión central –lo que se encuentra delante de él–, como la periférica –que hace referencia a aquellos que podemos percibir a los lados sin girar la cabeza–.

La degeneración macular o las retinopatías, así como algunos elementos que forman parte de la estructura del vehículo, pueden afectar a las dimensiones del campo visual. Para minimizar los riesgos, se debe realizar un uso continuo de los retrovisores.

La velocidad a la que conducimos también afecta a esta capacidad: nuestro campo visual puede reducirse hasta 75 grados conforme la velocidad aumenta.

Las gafas, por otra parte, también lo pueden limitar, en función del tamaño que tengan sus varillas –las varitas largas de la montura que conectan la parte delantera de la gafa con la parte posterior de su cabeza– y los aros –donde se encajan las lentes–. En este caso, las lentillas no producirán ninguna limitación, por lo que son preferibles durante la conducción.

Cuidado con los deslumbramientos

Un deslumbramiento se produce cuando experimentamos una pérdida de visión durante una duración corta, entre 3 y 5 segundos, tras exponer nuestros ojos a una luz más intensa que la iluminación general. Este fenómeno es especialmente peligroso para pacientes con cataratas, así como para aquellas personas que hayan sido operadas de cirugía refractiva. En ambos casos el tiempo para recuperar la visión tras el deslumbramiento se alarga.

Para evitar este factor de riesgo, recomendamos el uso de gafas de sol polarizadas y homologadas, las cuales evitarán los deslumbramientos que pueden provocar ciertos objetos o superficies.

¿Y si tengo problemas para ver de cerca, pero no uso gafas?

Aunque la normativa no especifica ninguna medida con relación a esta cuestión, aconsejamos que quien emplee gafas para ver de cerca, use lentes progresivas para poder leer la información que le proporcionan algunos elementos del vehículo, como el GPS o velocímetro.

Fármacos que alteran la visión

Algunos medicamentos, como los antinflamatorios, antibióticos y corticoides, entre otros, afectan a la agudeza visual. Si los estás tomando, recuerda mirar el prospecto y asumir todas las precauciones necesarias para evitar sufrir cualquier altercado en la carretera.

El descanso, clave para evitar la fatiga visual

Otro factor asociado a riegos en la carretera es la fatiga visual, la cual podemos evitar realizando descansos durante los trayectos. La Dirección General de Tráfico recomienda parar cada dos horas.

Teniendo en cuenta que los conductores reciben el 80% de la información por los ojos y que, además, el 90% de las decisiones que tomamos durante la conducción depende directamente de la visión, recordamos la importancia de acudir a tu óptico-optometrista no solo antes de emprender un viaje en carretera durante las vacaciones, sino de forma periódica.