Salud visual
¿Qué puede hacer tu óptico por ti?
Esta competencia exclusiva de los ópticos-optometristas permite, a través de la aplicación personalizada de determinados procedimientos y ejercicios, mejorar o desarrollar ciertas funciones y habilidades visuales, ya sea en magnitud o en precisión.
Las personas con "Baja visión" tienen una reducción importante de la visión no recuperable con tratamiento y/o corrección refracta común. El óptico-optometrista valora el resto visual útil y procede a su rehabilitación visual aumentando la autoestima e integración social del paciente.
Con el objetivo de valorar las capacidades visuales de forma personalizada, el óptico-optometrista también está especializado en la realización de pruebas oculares específicas como la oftalmoscopía, campimetría, topografía, retinografía, etc.
Tras cada evaluación personalizada, el óptico-optometrista proporciona soluciones para disfunciones visuales. La prescripción de gafas o lentes de contacto, ejercicios de terapia visual o filtros específicos son algunas de las numerosas alternativas que puede proponer.
El óptico-optometrista asesora a la población para preservar una adecuada salud visual en casos donde esta pueda verse perjudicada. Educa sobre visión en la conducción, en el trabajo y en el deporte, uso de filtros solares, ergonomía visual, alimentación, alergias, etc.
Prevención de disfunciones en el sistema visual que, sin un adecuado control, pueden derivar en afecciones y trastornos que pongan en riesgo la integridad de nuestra capacidad visual.
El óptico-optometrista es fundamental para detectar anomalías que impidan el correcto desarrollo visual infantil. Sin una correcta visión, la capacidad de realizar actividades esenciales como estudiar o comprender se verá limitada pudiendo derivar en fracaso escolar.
Someterse a revisiones visuales periódicas a cualquier edad es la única medida efectiva para asegurar una buena salud visual. Los chequeos, siempre indoloros, deben ser anuales y no esperar a percibir problemas para su realización.
La visión tiene una vital importancia en la vida diaria de las personas mayores. Ante la aparición de signos de alarma, se debe acudir al óptico-optometrista para analizar la causa y proponer los medios para su tratamiento.